Absolutamente nada (Libre)

Jugueteo con la cucharilla y la espuma de su café irlandés, no se le apetecía nada de comer desde hacia unos días atrás. Aun con toda la perdida de energía que sentía, no tenía el más mínimo interés en probar bocado. Se estaba obligando a ello solo por el hecho de no perder la masa muscular, pero realmente era desagradable la idea de desayunar una media luna con el estomago revuelto y las ansias hinchadas. Suspiro pesadamente subiéndose las cafas hasta el puente de la nariz.

-No queda de otra…-se sentencio así mismo con una mueca de notable asco

Seguía observando el café como si le hubiera hecho algo imperdonable, tras unos leves segundos de silencio levanto la vista lentamente para dirigirla a la directora. Con los ojos un poco perdidos trato forzarse a sonreír consiguiendo así una mueca deforme que no se acercaba en nada a la felicidad.

-Buenos días, era de esperarse que fuera la única que estuviera en pie a tan temprana horas. Que responsable o será acaso que… ¿Los estudiantes están siendo tan estresantes que ya no puede conciliar el sueño?-Devolvió la cucharilla a la taza dejando que su café se enfriara empezando el trabajo con una serie de preguntas como era costumbre de el.

Por fin logro sonreír de medio lado, con el brillo de sus gafas para alguien desconocido hubiera sido tétrico, pero dudaba que a ella pudiera llegarle a producir algún miedo. Era gracioso el solo hecho de pensarlo e imaginárselo.

Dejo el desayuno de lado, así tenía un motivo por el cual no comer nada, tras alejar la taza y el plato se cruzo de brazos y le miro confundido. No comprendía que placer podía haber en enseñarle algo a ese grupo de seres ignorantes y descontrolados que pasaban más tiempo preocupándose de su apariencia que del cerebro que debían ejercitar. Ah, si solo pudiera compartir aquel sentimiento y apetito las cosas serían casi perfectas.

-Muy honorable su actitud podría darme algunas recomendaciones. Comienzo a pensar que es más divertido castigarles que enseñarles-

-Eso es poco ético viniendo de su parte-Pero ni su tono de voz ni el rostro divertido que traía le convencían en ningún momento de sus palabras. ¿Desde cuando el sabia lo que era ético? Para comenzar sus actos inmorales y bizarros rompían todo código existente. Como que el apetito le iba regresando, acerco la taza de café y la atrapo entre sus manos sin mirar a la directora y se sonrío con la cabeza gacha.

-Es una persona encantadora ¿Se lo habían dicho ya?-Tomo la oreja de la taza y la acerco a su boca bebiendo el café helado y ajustando la tuerca de su cabeza con su mano libre, posiblemente era eso lo que le estaba quitando (irónicamente…) la vida, el poder ejercer a su estilo sin dejarse llevar por lo que era correcto o no.

(Lamento la tardanza, tuve un ataque de Lagg mental D;U)

Aunque noto que se puso nerviosa hizo como si no se hubiera dado cuenta. No era algo de lo que avergonzarse, pero si le era molesto sería un tema que no tocaría. Aun así se preguntaba por que no se lo habían dicho aunque era probable que la directora no hubiera captado el sentido al que se refería exactamente. Pero no era importante…

-Hm…no hay mucho que me pueda gustar estando con esos zánganos-Sincero ajustándose las gafas.

-Pocos comprenden la importancia de la materia que impongo y aquellos pocos no son los más alentados. No se si me entiende-Tomo la taza y bebió el café helado y amargoso. No tenía por que mentirle, no creía en la opción de ser despedido tan pronto.

-Así que…castigarlos es el momento que más gozo, cuando los atormento es como si les bajara el espíritu de la atención. Me encanta ver sus caritas llenas de miedo-Si, eso era lo que más le gustaba cuando estaba con ellos, sentirce el centro de odio y terror.