Entré por la puerta y me fui directa a la cama. Estaba tan cansada que mi cuerpo quería que me durmiera. Realmente aquel lugar no era como lo había imaginado, era todavía mejor. Me puse en pie y desice la maleta tan rápido cómo pude. Guardé todo en su lugar: La ropa en el armario mi cepillo de dientes en el baño,etc. Pero en cuanto cojí mi fiel guitarra eléctrica no supe dónde ponerla. <<¿Cuál será el lugar más indicado para guardarla?>> pensé. Probé en mil sitios pero ninguno estaba a la altura de mi guitarra. Pobré si podía meterla en el armario pero al parecer ya estaba repleto, aunque tenía algo raro. Me fijé que la parte de debajo del armario tenía un doble fondo, el tamaño justo para meter mi fiel instrumento. <<¡Perfecto! Así no tendré que preocuparme por si hay ladrones, ya que nunca la encontrarían aquí dentro.>> Pensé. Y así lo hice, metí la guitarra en el doble fondo y me aseguré de que estba bien camuflada.